miércoles, 7 de marzo de 2012

Iraquíes


 
Niños de polvo y tierra,
sirenas en un mar de arena,
abuelas de alma serena,
temblor en la noche de espera.

Llega la bomba siniestra,
gritos entre la negra niebla,
indefensos ante la muerte injusta,
fuentes de dolor eterna.

Por fin un silencio total,
el verdugo sonríe a la victoria,
hambre, dolor, su fruto de gloria.
Como raíz, el sucio metal.

Detrás del mañana, pobreza.
Frente al ayer, tristeza.

Todo lo que queda es vivir…,
vivir la vida muerta.

Primavera 2003


Vivir la vida muerta es lo que les queda a las víctimas indefensas de todas las “guerras”, niños, mujeres, ancianos…

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