jueves, 28 de junio de 2012

Aita


El presente es tu historia,
olvidas susurrando,
tienes todo en orden,
a veces, de ordeno y mando.

Siempre un libro en la mano,
y dos más, esperando.

Miras para otro lado,
tienes plato en mesa,
el genio siempre flotando,
la risa escondida,
y dos colores, el rojo y el blanco.

Sabes, conoces, cuentas, entretienes,
¡el público está entusiasmado¡
tienes gracia, te sobra clase,
a gritos, o estornudando.

Añoras tu pueblo adoptado,
al que no vuelves,
pero del que nunca, nunca, te has jubilado.

Cuando eras Sancho, moretón o pleonasmo.
Ahora de hidalgo Quijote, el simple pero profético “tururú”.

El desliz fue en los ochenta,
al llamarte octogenario.
la penitencia está servida,
serás rebautizado “nonagenio”,
hasta celebrar tu centenario.

Tienes lo tuyo y lo nuestro.
Lo nuestro, aunque tarde, te lo hemos dado,
más lo tuyo será, para siempre, nuestro mejor regalo.

Verano 2009


Este fue el regalo para el noventa cumpleaños de mi padre. Leyendo el poema con su voz aguda y quebrada emocionó a nuestra singular familia.

jueves, 21 de junio de 2012

Nadia

 
En el frío de tu mirada lejana,
en la tristeza de un mundo imaginario,
en la soledad de la compañía obligada,
en el miedo de conocer la brisa sin barreras,
allí estabas, esperándonos, con la sonrisa borrada.

Pronto, el frío ya no te azotaba,
te abrazaba con dulzura la extraña confianza,
la tristeza, lentamente, se alejaba,
y nos abrazó la libertad,
libertad nacida del calor de tu mirada.

Al galope avanza el tiempo,
la risa es tu compañera de viaje.
el pasado se ha hecho mayor,
el presente, una poderosa ilusión,
y el futuro, la más bella historia de amor.

Verano 2009


Siempre había pensado que la frase “daría la vida por ti” era sólo una bella metáfora de utópicos enamoramientos.

La llegada de mi hija Nadia me hizo ver que se puede sentir un amor tan profundo como nunca había imaginado.

jueves, 14 de junio de 2012

Inocencia

 

Isla de inocencia;
Mirada sin escamas;
La vida en una palabra,
atropellada, sin paciencia.

Sin miedo, vuela alto,
imagina, inventa, juega.
Con terror, nunca despega,
tropieza, duda, amargo llanto.

Elixir en tu sonrisa,
para padre enamorado.
Piel de fino azúcar,
olor de dulce brisa.

Todo tú eres un cuento,
realidad de ensoñación,
Tu vivir de fantasía
no necesita un ¨lo siento¨

El futuro nos susurra, nos abraza,
con tu bandera de verdad.
Cuando despiertas y olvidas,
entonces, sólo entonces, nos atenaza,

Otoño 2008


La espera de una paternidad especial es una poco plácida experiencia repleta de ilusión e incertidumbre que me hizo recordar lo que la niñez ha influido en lo que hoy soy y en lo que pude haber sido.

jueves, 7 de junio de 2012

Tarde de domingo


En la lejanía percibo un horizonte azucarado,
adormecido por su dueño, la nostalgia.
En la penumbra intuyo una nube de pecado,
atormentada por su enemiga, la alegría.

En la distancia reconozco mi pasado,
fruto del limón y del salitre.
En la sombra comparezco ante el jurado,
frío, sucio, presto al envite.

En el recuerdo tiro del arado,
perfumando campos con tu aroma.
En la neblina me siento acompañado,
cambiando el punto por una coma.

En el olvido el barco ha virado,
transformando la lluvia en nieve.
En el frágil muro recuerdo que te he amado,
por eso dibujo rimas blancas mientras llueve.


Primavera 2007


Una lluviosa tarde de domingo escribí estas líneas a camino entre la nostalgia y la seducción por los momentos tristes.