martes, 27 de octubre de 2015

Dime


Dime que calle para siempre,
que el cielo no me espere.
Dime que atrape tu cuerpo,
alma del gozo intenso.
Dime que suba tu escalera,
con la fuerza de los besos.
Dime que juegue todo al negro,
en la ruleta del universo.
Dime que cante en tu ventana,
para apagar los silencios.
Dime que esquive tu lamento,
inventado o verdadero.
Dime que acaricie tus cabellos,
con el tono de los cuentos.
Dime que compre tu sonrisa,
y venda los recuerdos.
Dime que escape hacia dentro,
con la magia de los sueños.
Dime que cruce tu calle,
avenida de amor sincero.

Otoño 2015


Escribir en la oscuridad me pone romántico.

En compañía


El leve contacto precede a la sonrisa escondida,
la caricia ausente inventa su rincón preferido,
el dulce beso previene la huida,
la palmada comprensiva no olvida a su dueño,
el ánimo solidario disuelve la suciedad,
la comprensión recompone el inmenso puzzle,
el aliento se recobra sin necesidad de descanso,
la recompensa se encuentra por casualidad,
la cuna nunca se mece sola,
una carantoña permanece enmarcada,
el abrigo de un cuerpo desnuda otro,
el calor es tenue,
el frío, sugerente,
la sombra protege a la tierra de los latidos,
las huellas de las manos comparten el camino.

Otoño 2015


La compañía es necesaria para pasar los malos momentos y disfrutar de los buenos.
Por cierto, en menos de quince días se podrá encontrar mi primera novela "Los sin nombre" (Editorial Hincapié-colección Rayuela) en las librerías. Ya os avisaré para la presentación del libro.

La silueta de los trazos refinados


Ayer vi tu silueta dibujada en trazos refinados.
Un maletín, una corbata, gomina apilada y una gabardina recién lavada.
Mientras, tu silueta avanza silbando una melodía atrancada.
Saludas mirando a la nada con tu mano de gigante,
mientras se refleja tu silueta en el suelo de falso mármol.
Sonríes apretando el mentón como un ganador de poker nocturno,
y tu silueta se duplica porque todo debe incrementar.
Cambias de color apretando el botón de la mezquindad,
ahora tu silueta permanece inmutable, esperando al chófer indefenso.
Una vez probaste el miedo, como un invitado imprevisto,
enmudeció tu silueta pero la explosión del orgullo degolló el incómodo silencio.
Mañana la marea te podrá devorar, triturar y masacrar,
pero tu silueta, esa tu falsa silueta, seguirá firme, resuelta.
Es la ventaja de tener una silueta dibujada en trazos refinados.

Otoño 2015

Dedicada a todos los que nos “amenizan” los informativos con sus múltiples fechorías.