miércoles, 24 de julio de 2013

¿Olvidarás?


¿Y si creces y me olvidas?
Esa pregunta fatídica me martillea, amordaza, aprieta.

No sigas, para en mi posada.
Descansa, no hay prisa.
¿No te da miedo el camino desconocido?
Sal de esa carretera para adultos.
Ellos querrán borrarte las caricias acumuladas,
los besos regalados, los recuerdos que nos unen.

¿Y si creces y me olvidas?
¿Y si creces y me olvidas?
La película de terror me atrapa, ahoga.

 El saludo en el autobús será un sueño,
tu mano y la mía las orillas del mismo río,
el llanto incomprensible, un accidente,
y nuestros secretos, un punto en el vacío.

Ayer fuiste, hoy eres, mañana serás otra.
Creces, crecerás, olvidas, olvidarás.
Más, ¿olvidarás el ayer que fuiste y lo que eres hoy?
¿Olvidarás el saludo de despedida?
¿Olvidarás tu mano junto a la mía?
¿Olvidarás cómo se comparte un llanto?
¿Olvidarás nuestros secretos?
¿Olvidarás las caricias acumuladas?
¿Olvidarás los recuerdos que nos unen?
  
Verano 2013


Que una hija vaya creciendo tiene su recompensa pero también genera una incontenible nostalgia.