jueves, 23 de febrero de 2012

Olvido

La tumba es el olvido,
la añoranza, sal en boca,
el recuerdo, suave abrigo.

La tierra es de siempre,
la distancia, una excusa,
el amigo, hoja perenne.

La lluvia escribe muescas,
el viento es un presagio,
el sol, esperanza de hojas secas.

Tiempos sin recuerdos como parajes sin camino.
Vidas con fronteras son mares sin historia.

¡Que hoy acune al ayer¡
Y pensando en el mañana, nos acurruquemos,
adormecidos por el olvido.


Otoño 2001


El tiempo es un analgésico que nos posibilita cubrir los malos momentos pasados con un manto de optimismo. El tiempo es la madre del olvido.




jueves, 16 de febrero de 2012

Sin título (II)


 
Buceo en el interior de la nada,
busco en las entrañas del aire,
camino sin mirar abajo,
despierto en la mirada ajena,
invito al humo a un viaje eterno,
recibo flores de verde espina,
descanso en la sonrisa extraña,
aclamo en medio del gentío,
libero furias a dentelladas,
espero trenes que llegan tarde,
desvío lágrimas hacia otra patria,
confío abrazos de dulce invierno,
reflejo sombras a cielo abierto,
ansío sueños que nunca acaban.


Otoño 2001


Otra experiencia de mente abierta, sin barreras.

¡Que bien te quedas¡ Equivale a hacer cien flexiones. Es altamente recomendable para todos los sedentarios compulsivos de la tierra.

jueves, 9 de febrero de 2012

Mar

 
Mar que me cautiva,
Mar que da luz al vacío,
Mar que cubre los lodos,
Mar, enemiga del frío.

Mar, caricia del alma,
Mar, cumbre del cielo,
Mar, templo de pasión,
Mar sueño de terciopelo.

Mar, te hablo y me escondo,
Mar, te veo y me pliego,
Mar, te toco y huyo,
Mar, te siento, y me pierdo.

Verano 2001



Los que vivimos cerca de la Mar no la solemos prestar demasiada atención.
Si nos alejamos de ella durante un largo periodo sentimos un pequeño vacío difícil de explicar.

jueves, 2 de febrero de 2012

París

 
Paseo por tu piel,
acaricio tus encantos,
rostro de mujer,
ir es volver,
saltas al encuentro.

Pulso tranquilo, sosegado,
aire de siempre,
río de historia,
india orgullosa, altiva,
surco en la memoria.

Pie de bailarina,
arma de mentira,
rima que deslumbra,
isla que ata, no separa,
seda ardiente cuando está a oscuras.

Pienso en tu recuerdo,
añoro tus relatos,
rezo con tus labios,
ir es quedarte, enamorado,
soñando, por siempre, en tu regazo.

Otoño 2000


Volviendo en el TGV absolutamente prendado por una de mis visitas a la Ciudad de la Luz y admirando como una adolescente comía lentamente una manzana con una clase parisina, escribí la primera estrofa de este poema.

Como si fuera una premonición observé que las primeras letras de los versos me dijeron lo que sentía, “París”.

Tuve que seguir esa estructura…, estaba escrito.