jueves, 27 de octubre de 2011

Te perdí


 

Pasé momentos eternos añorando tu mirada.
Tenías tesoros perdidos que nunca encontré.
Sentí fuentes en mi cuerpo que no quería cerrar.

Culpé a mis temores de nuestro fracaso.
Quería volar y apenas caminaba.
Buscaba tus labios y encontraba rechazo.

En la soledad empecé a entenderte.
En la penumbra descubrí tus misterios.
En la angustia, te recordé, hasta el olvido.

Ahora camino en compañía de mi soledad.
Se que sin ti, el viento se habría detenido.
A mis noches las cubriste de estrellas.
Por eso, cuando ya no estás a mi lado, sonrío.


Verano 1994


La soledad es una extraña sensación mezcla de alivio y desasosiego.
Cuando se es joven es una vivencia que convulsiona. Con el paso del tiempo se observa como una maleta más que viaja con nosotros allá donde vayamos.

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