Donde el silencio domina,
donde la niebla es verdadera,
donde el tiempo, un aliado,
donde la luna te espera.
Entre el bosque y el camino,
entre el agua y la hoguera,
entre la escarcha y el trigo,
entre el niño y la abuela.
Con simpleza honesta,
con mañana por quimera,
con hoy en la maleta,
con boina, sin chistera.
En verano eres otro,
en otoño alma serena,
en invierno un vagabundo,
en mi ciudad, la primavera.
Primavera 1997
Uno que es de pueblo-pueblo sigue sonriendo al recordar la suerte de haber degustado una infancia felizmente asilvestrada.
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